LA TRAMA OCULTA DEL ACUERDO
Hoy ya lo reconoce el periódico oficialista “Página 12”: Como lo denunciamos ayer el acuerdo con el Club de París, aplaudido por Macri, Massa, Scioli, Binner, UNEN, los radicales y todo el poder económico, es un paso repudiable para facilitar un asalto feroz de las transnacionales de nuestro trabajo y de nuestros bienes comunes. Más que nunca hay que enfrentar esta política del gobierno nacional y de las corporaciones extranjeras.
La trama del acuerdo entre la Argentina y el Club de París tiene actores principales que han permanecido al margen de la escena pública. Su participación, sin embargo, resultó en algunos casos determinante para generar consensos en favor de un arreglo. Se trata de grandes empresas de los países acreedores que vienen haciendo buenos negocios en el país, y que en la etapa que se inicia proyectan fuertes inversiones. Las más importantes en carpeta son en los sectores de hidrocarburos, con Vaca Muerta a la cabeza, química y petroquímica, automotrices, minería, donde podría reflotar un megaproyecto para la extracción de potasio en Mendoza y otros de litio en el norte del país, laboratorios y en licitaciones de obras públicas. Varias de las compañías que preparan esas inversiones hicieron pesar su influencia sobre los gobiernos de sus países para favorecer un entendimiento. Se movieron por interés propio, pero también empujadas por el gobierno nacional, que en los últimos tres meses mantuvo reuniones con altos ejecutivos de esas firmas para reclamarles su intervención, según revelaron a Página/12 altas fuentes oficiales. En la lista aparecen nombres emblemáticos de compañías globales, como las alemanas Volkswagen, Mercedes Benz, Bayer, Adidas y Robert Bosch, las estadounidenses Ford, General Motors, Procter & Gamble, John Deere, Monsanto, Pfizer, Johnson y Johnson y Colgate Palmolive, las japonesas Toyota, Honda, Yamaha, Bridgestone y Sony, las francesas Peugeot, Citröen, Michelin y L’Oreal, las italianas Fiat, Iveco y Pirelli y por los Países Bajos, Shell y Philips. Estas empresas dominan porciones importantes del mercado local y serán beneficiarias directas de la resolución del default con el Club de París, al generarse el espacio para nuevas inversiones.