* Por Sebastián Blanchard (integrante de Autodeterminación y Libertad)

Esta semana se está tratando en el congreso la ley que prohibiría los despidos por 180 días retroactiva al 1 de marzo. Pero sabemos que esta ley, que no hace más que establecer una doble indemnización ante un caso de despido sin justa causa, es en realidad un maquillaje frente al ajuste que están llevando adelante tanto el gobierno nacional como los gobernadores.

Mientras millones sufren el ajuste, los partidos de la oposición piensan en cómo quedar mejor parados de cara a las elecciones del año que viene

La oposición no tiene ninguna intención real de frenar ni los despidos ni los ajustes. Luego de votar la entrega a los buitres, ahora utiliza esta Ley para despegarse del gobierno ante un contexto diferente en donde se empieza a evidenciar el malestar de la población ante la suba de tarifas, los más de 100.000 trabajadorxs despedidxs, los hechos de corrupción, las cuentas off shore del presidente y sus ministros y que se manifiesta todos los días en las movilizaciones y peleas que dan lxs trabajadorxs junto a lxs estudiantxs, en la calle sin esperar al llamado de los dirigentes sindicales traidores.

El kirchnerismo toma distancia con esta medida aunque no va a solucionar a lxs trabajadorxs ninguno de los problemas de fondo. El massismo, por su parte, negocia sus votos hasta último momento, hasta el punto de que, luego de los llamados del gobierno, no dio el quorum para tratar la ley. ¡Todo les sirve y lo usan como moneda de cambio para tranzar entre ellos en contra de los trabajadores!!!Mientras a los que ganaron fortunas se los protege y se les otorga condiciones para continuar obteniendo enormes rentabilidades, a los trabajadores se les pide paciencia. ¡¡Ni una limitada ley como esta a su favor!!

Todo vale para aplicar el ajuste

El macrismo, contrario a su discurso de dialogo, hace todo lo posible para que la ley ni siquiera sea tratada en la cámara de diputados. Para ello también viene negociando día a día con los burócratas sindicales, como sucedió en la reunión del lunes pasado en la casa rosada, y con otras reuniones en secreto, que a su vez saben que tienen que vender cara su traición a lxs trabajadorxs por el malestar que existe en sus bases.

Macri les pidió a los empresarios que “se comprometan a no despedir personal por al menos 90 dias”, pese a ello los empresarios siguen despidiendo.
En el caso de aprobarse una ley de este estilo, Macri ya avisó que la vetaría de inmediato, lo que necesita para mostrarse fuerte y asegurar la gobernabilidad ante una burguesía que todavía lo respalda, siempre que continúe ajustando. Y hasta ahora viene cumpliendo, aún con el riesgo de desnudar su carácter antidemocrático. También utiliza en este momento los mismos argumentos que utilizó Cristina Fernández cuando se discutía una ley similar durante su gobierno, señalando que “ahuyenta las inversiones”, “contribuye al desempleo”, o que “no es beneficioso para las empresas”; esas mismas empresas que han ganado enormes fortunas en los últimos años y que ahora, con las políticas del actual gobierno, son las principales beneficiadas, sea con la baja de retenciones, con la estafa por la compra de dólares a futuro –instrumentada por el gobierno anterior pero de la que se beneficiaron, entre otros, algunos importantes funcionarios cercanos a Macri– o mediante la bicicleta financiera promovida por las altísimas tasas de interés fijadas por el Banco Central (Sturzenegger). Son los mismos sectores que se fugaron 400.000 millones de dólares al exterior (HSBC, General Motors, Blaquier, la Asociación de Bancos, la UIA, la Sociedad Rural, entre otros) y que ahora quieren que los que paguen el ajuste sean los trabajadores. Mientras a los que ganaron fortunas se los protege y se les otorga condiciones para continuar obteniendo enormes rentabilidades, a los trabajadores se les pide paciencia. ¡¡Ni una limitada ley como esta a su favor!!

Mientras todo esto se negocia a espaldas de la población, ya son 140.000 los trabajadores despedidos, el salario real viene cayendo mes a mes, por culpa de las empresas que siguen remarcando precios para incrementar sus ganancias.

El malestar crece día a día, enormes movilizaciones para frenar el ajuste

Gobernar para unos pocos no le resulta sencillo al gobierno, el ajuste y los pactos con la burocracia sindical de espaldas al conjunto de los trabajadores, viene siendo contrarrestado por un creciente malestar en la población que se demuestra en las enormes luchas y movilizaciones que se vienen sucediendo desde diciembre, que empezó con los trabajadores de cresta roja, con los paros nacionales y enormes movilizaciones de los estatales, siguió con la movilización del día del trabajador, que a pesar de la dirigencia de las centrales sindicales, fue masiva, hasta las enormes movilizaciones en Tierra del Fuego, los petroleros de Chubut, Santa Cruz y los docentes de Santiago del Estero que vienen peleando hace meses.

Ahora ante el ajuste que afecta a la universidad pública, se va gestando una hermosa unión entre estudiantes y docentes, con tomas de facultades, asambleas y clases públicas en reclamo de fondos para la educación pública. El malestar y las fuerzas para ponerle freno el ajuste van en crecimiento, inclusive pese a la represión de los gobiernos provinciales, como el de Bertone del FPV, en Tierra del Fuego.
Desde AyL ponemos todas nuestras fuerzas para impulsar y acompañar esas luchas, como lo hacemos día a día, contra el oportunismo de los partidos tradicionales y las traiciones de la dirigencia sindical, para luchar para frenar el ajuste e impedir que más familias queden en la calle.

La pelea es por auto-organizarnos desde abajo, sin esperar ser convocados por los dirigentes de las centrales sindicales que están a la espera de un llamado del gobierno para traicionar a los trabajadores, a menos que la presión desde abajo lo impida ¡como viene sucediendo!

Peleemos porque los que paguen la crisis sean los empresarios, los bancos, sojeros y mineros que ganaron fortuna todos estos años. Desde AyL ponemos toda nuestra fuerza en ese objetivo día a día.