Dialogamos con Mercedes Maiorano, docente de Educación No Formal en la Ciudad de Buenos Aires y delegada del área por la Unión de Trabajadores de la Educación. Nos cuenta sobre el reclamo al gobierno porteño para que aplique el marco normativo que debe regular el funcionamiento del sector como oferta educativa del sistema público de enseñanza y terminar con la precarización de lxs trabajadorxs.

¿Qué es la Educación No Formal?

Educación No Formal es un área dentro del Ministerio de Educación de la Ciudad, que ya tiene 35 años de existencia y funciona en casi todos los barrios de la Ciudad de Buenos Aires. La mayor parte de los Centros de Educación No Formal funcionan por la noche en escuelas primarias públicas, brindando fundamentalmente cursos para adultos. También hay Centros que funcionan en convenio con instituciones y organizaciones de distinto tipo. Este Centro al que llamamos “Manantiales” funciona en convenio con la Asociación Civil “David”, que desarrolla sus actividades en el Centro comunitario En-hacore, en las inmediaciones de Ciudad Oculta.

¿En qué condiciones laborales trabajan?

Durante casi 30 años, las y los trabajadores del área no tuvieron un marco legal. Lo conseguimos recién en 2012. En el año 2008, lxscompañerxs decidieron afiliarse a la UTE, lo que fue muy importante en nuestra auto-percepción como trabajadores docentes. De ahí en adelante, fue por la organización que fuimos generando desde abajo que logramos la Ley de Educación No Formal. Porque las y los docentes del área de Educación No Formal no estamos dentro del Estatuto del Docente, sino que tenemos nuestro propio marco legal: la Ley n° 4399/12 , un proyecto elaborado casi en su totalidad por las y los trabajadores del área, y que logramos que la Legislatura de la Ciudad sancione. La Ley explicita que lxs trabajadores del área somos docentes y cómo debe ser nuestra forma de contratación. También define qué es la Educación No Formal y la diversidad de actividades que comprende.

¿La ley se cumple?

No. El gobierno de la Ciudad se niega a cumplir la Ley n° 4399. Una de las consecuencias del incumplimiento de la ley es la falta de estabilidad laboral para la gran mayoría de nuestros compañeros. El 80% de las y los docentes de Educación No Formal pertenecemos a la planta transitoria docente y tenemos contratos precarios de un año de duración.
La falta de creación de una Planta Orgánica Funcional de Educación no formal implica la inestabilidad laboral de la mayor parte de lxs trabajadores del área, lo que trae aparejada la inestabilidad de la oferta de cursos.

¿Y el 20% restante de la planta?

El 20% de nuestrxs compañerxs se encuentra mal encuadrado en sus cargos. Pertenecen a la planta permanente del Ministerio de Educación. Cuando ellos se jubilan, no pueden cobrar su jubilación como docentes. Para acceder a esa jubilación tienen que entrar en litigio judicial. En todos los casos la justicia nos viene dando la razón, pero sus tiempos son muy lentos y muchxs compañerxs fallecen esperando poder cobrar la jubilación que les corresponde…
A diferencia de los cursos a cargo de docentes de la planta transitoria, los cursos dictados por docentes de planta permanente se pierden cuando el docente cesa sus tareas por jubilación u otro motivo. Los cargos de planta permanente no le pertenecen al área de Educación No Formal, por lo cual, si el docente cesa en sus funciones, el cargo no es tomado por otro docente, sino que deja de existir, lo que implica un ajuste permanente del área. Solo contando las jubilaciones de este año, para el 2019 habremos perdido el equivalente en horas a 100 cursos. Es muchísimo. El gobierno no nos ofrece ningún tipo de solución.

¿Y qué plantean frente a esta situación?

Nosotrxs exigimos al Ministerios de Educación de la Ciudad que cree la planta orgánica Funcional de Educación No Formal con los docentes que ahora están contratados y con los que están mal encuadrados, como lo dice la Ley que conseguimos.
También luchamos porque se respete la oferta de cursos que ofrece el área, la cual se fue construyendo atendiendo a las necesidades y deseos de nuestra comunidad educativa. La gestión actual del Ministerio de Educación considera que Educación No Formal debe poner el foco únicamente en la formación laboral. Este planteo nos resulta particularmente paradójico, en un país con tasas de desempleo y precarización laboral cada vez mayores. La Educación No Formal está basada en el derecho a la educación permanente, el derecho de nuestros estudiantes a recibir una educación integral y de calidad para toda la vida, con la diversidad de cursos que esto implica.

¿Cómo se expresa todo esto en un Centro como éste, que funciona en un comedor en las inmediaciones de Ciudad Oculta?

Aquí destinamos gran parte de nuestro tiempo de trabajo en conseguir los recursos necesarios para que lxs estudiantes puedan aprender en las mejores condiciones posibles, sin que nadie pierda la posibilidad de cursar por el hecho de no tener dinero para comprar materiales y herramientas. A la mayoría de lxs estudiantes les resulta prácticamente imposible llevar adelante la cursada si tienen que invertir en las herramientas que necesitan y el centro no provee. Por darte sólo un ejemplo puntual: un grupo numeroso no puede aprender peluquería si tenemos una sola planchita, un solo secador de pelo y una sola buclera, como teníamos a principio de año. El subsidio que entrega el gobierno y le corresponde a este centro educativo en particular se cobra una vez por año y ronda los $10.000. Con ese monto no llegamos a cubrir el herramental mínimo para mantener la matrícula que tenemos -la inscripción es muy alta-. Para enfrentar estas condiciones, elaboramos proyectos para conseguir financiamiento, organizamos colectas, pedimos donaciones. Contamos con la solidaridad y el compañerismo de otros centros de Educación No Formal que colaboran con el nuestro porque saben que trabajamos con una población de bajos recursos económicos.

¿Hasta qué punto esa carencia es una limitación?

La carencia no es sólo de materiales y herramientas. En estos barrios la desocupación, el empleo precario, el hambre se sienten cada vez más fuerte. Enseñamos en un contexto de recesión económica, de vaciamiento en educación y en un territorio donde las políticas de ajuste muestran su cara más cruel. Para darte un ejemplo. Trabajamos con alumnas que están sufriendo situaciones de violencia de género, y al mismo tiempo nos encontramos con que el gobierno vacía y achica los programas con los que tratamos de vincularlas, destinados a tratar este tipo de problemáticas. Es muy difícil pensar en estudiar y sostener una cursada cuando nos atraviesa un contexto tan adverso, cuando tenemos que pensar en cómo cubrir nuestras necesidades más elementales.
En espacios de organización comunitaria como este, nos encontramos con experiencias de trabajo y luchas muy valiosas y fuertes. Son años de vivir en un barrio excluido, a la cola de las prioridades del Estado. La población genera estrategias de laburo para afrontar eso, para atender a sus propias necesidades, encontrar soluciones y generar proyectos.

¿Cuántos docentes hay en este Centro?

Somos 10.

¿Y vos sos delegada de los 10?

No. Yo soy una de lxs siete delegados de los 40 centros del área.

¿Y cómo se vinculan organizativamente los diferentes centros?

La mayoría de los docentes de No Formal trabajamos en diferentes centros. Nos reunimos todxslxs trabajadores del área en asambleas masivas y en actividades que organizamos para reclamar por nuestros derechos varias veces al año. Como delegada, hago circular la información e intento vincular los diferentes centros en los que trabajo. Además de eso, lxsdelegadxs intentamos visitar los centros en los que no trabajamos, así nos mantenemos todos vinculados organizativamente. Ese es un trabajo que hacemos por fuera de nuestro horario de trabajo, no contamos con comisiones gremiales. Intentamos que la información llegue a todos más allá de los grupos de Whatsapp, los mails, etc. El cara a cara no tiene reemplazo en lo que tiene que ver con la organización desde abajo. La Educación No Formal existe y subsiste gracias a la organización y la lucha de sus trabajadores y trabajadoras, con el apoyo y la participación activa de nuestros estudiantes.