El año pasado, el gobierno nos metió la mano en el bolsillo. Los aumentos de Larreta por decreto estuvieron todo el año muy por detrás de la inflación y los tarifazos. Para el primero de marzo, cuando entre en vigencia la nueva paritaria, la inflación anual va a estar entre el 50% y el 51%, y el gobierno sólo nos va a haber aumentado el salario un 35%. No puede haber paritaria en 2019 que no empiece por el pago de ese 15% o 16% que nos robaron.
Mientras la CGT brilla por su ausencia y la dirigencia política opositora está pensando más en el circo electoral que en cómo enfrentar el ajuste hoy, el gobierno, de la mano del FMI, busca profundizar el ajuste de los salarios y las jubilaciones, especialmente con tarifazos cada vez más impagables. La plata que nos falta en el bolsillo se va en el pago de la deuda externa o se la llevan afuera las multinacionales, los bancos, los sojeros y los grandes grupos económicos.
En este panorama tan complejo, venimos de un gran logro: con asambleas auto-convocadas, paros, movilizaciones, semaforazos y la amenaza de un paro por tiempo indeterminado, impedimos que el gobierno cierre las escuelas nocturnas. Necesitamos hacer lo mismo por el salario, pero no podemos esperar que eso venga de esta dirigencia sindical, porque ya son muchos los años que, con estos dirigentes, peleamos por nuestro salario y perdemos, tanto en las paritarias como con los descuentos por paro, que la dirigencia gremial no reclama nunca.
¿Cómo hacemos para ganarle al gobierno el salario que nos robó? Construyendo desde abajo lo que no viene desde arriba, juntándonos en cada escuela con nuestras compañeras y compañeros, intentando hacer asambleas en cada escuela, buscando articular esas asambleas por distrito. En otras palabras: juntando desde abajo la fuerza que necesitamos para ganarle al gobierno la pulseada por nuestro salario.
Es una pelea difícil, pero si nos organizamos desde abajo y decidimos todo asambleariamente podemos ganarla. Y podemos también abrir así el camino para, con el conjunto del pueblo trabajador, ir a un paro general y un plan de lucha para echar al FMI. Porque, hasta que no echemos al Fondo del país, seguirá habiendo ajustes, tarifazos, despidos y ataques a las condiciones de trabajo.

Docentes de AyL