COMUNICADO DE LA ASAMBLEA DE AUTODETERMINACIÓN Y LIBERTAD
Frente a la grave crisis económica y política y a una dirigencia política y candidatos que basan sus propuestas en aceptar que el FMI siga tomando las principales decisiones sobre la Argentina, desde Autodeterminación y Libertad reafirmamos la necesidad de que sea el pueblo trabajador el que decida todo. Antes, durante y después de la campaña, dedicaremos todas nuestras fuerzas a plantear que sigamos como pueblo el ejemplo de auto-convocarse que marcan las mujeres en Argentina y otros países o los “chalecos amarillos” en Francia, que es la única forma de romper el acuerdo con el Fondo Monetario y desconocer la totalidad de la deuda externa, una necesidad imperiosa para nuestro pueblo. Sin ese primer paso, ningún camino alternativo al actual es posible.
Ante la campaña electoral en curso, hemos recibido una propuesta de alianza por parte del FIT, que hemos valorado y analizado. Frente a la necesidad de luchar por construir una alternativa a la barbarie del capitalismo, creemos que el pueblo trabajador tiene planteado el desafío de dejar de seguir a sus actuales dirigentes. Ante estos enormes desafíos, AyL, por su lado, y los partidos de la izquierda clásica, por el suyo, proponemos dos caminos opuestos: la izquierda clásica se postula como una dirección alternativa a la vieja dirigencia, mientras que desde AyL proponemos que los pueblos se dirijan a sí mismos, un camino distinto al que propone la izquierda desde siempre. Se trata de caminos opuestos porque la construcción de direcciones que intenta la izquierda clásica implica un obstáculo para que el pueblo trabajador se desarrolle y auto-organice para enfrentar y derrotar al poder económico y sus instituciones políticas, con procesos que surjan sin dirigentes y comiencen por la auto-convocatoria (como los “chalecos amarillos” o la rebelión de las mujeres) y avancen en organizarse desde abajo en los lugares de trabajo y de estudio, en los barrios y en las calles, es decir, que se auto-organicen más allá de todo dirigente o partido que pretenda dirigir para que las y los trabajadores puedan decidir, es decir, dirigirse a sí mismos. Lo que creemos que está en juego es la posibilidad de que el movimiento obrero y popular tenga o no el poder necesario para derrotar la explotación y depredación del capitalismo. Creemos que sería contraproducente intervenir juntos en las elecciones promoviendo caminos opuestos con el único objetivo de obtener una banca. Además vemos que la construcción de direcciones de los partidos que integran el FIT no los lleva a procesos unitarios sino a un duro enfrentamiento cotidiano entre ellos, con la excepción de la unidad que alcanzan en las campañas electorales. También nos aleja de ellos el hecho de que esta unidad exclusivamente electoral termina, más allá de sus bases programáticas, alentando expectativas en el funcionamiento de instituciones que en realidad cuestionamos profundamente.
Más que propuestas de acuerdos electorales, le hemos planteado al FIT que, por encima de las diferencias importantes que tenemos con los partidos que lo integran, sería positivo -y es lo que deseamos- continuar con esta relación, abrir debates sobre estas diferencias, evaluar la posibilidad de ver si ellas nos impiden o no alguna acción conjunta mínima en la lucha cotidiana, de forma de confirmar o no la profundidad de esas diferencias que desde AyL planteamos. Alejados de lo electoral, de cronogramas y ámbitos que debemos enfrentar y con un método fraternal, seguramente a AyL, a las fuerzas del FIT y especialmente a nuestra clase trabajadora y al pueblo en general le serán enriquecedores.
En nombre de la Asamblea de AyL,
Luis Zamora, Marta Martínez y Fernando Vilardo