EXCUSAS ANTE LA LEGALIZACIÓN
La Iglesia Católica y grupos afines, ahora también contra la “ideología de género”
*Por Marta Martínez, Legisladora CABA-AyL
En el tiempo de tratamiento de la legalización del aborto se escucharon muchas veces en boca de diputadxs y senadorxs que debía hacerse hincapié en la educación sexual y más fuertemente en el período de tratamiento en senadores se escuchó de muchas organizaciones autodenominadas PRO VIDA lo mismo. Pero lo que sucedió después de pasado el período de tratamiento fue la visibilización de que, en realidad, eran excusas a modo de vías de escape para no manifestar tan abiertamente las posturas antiderechos que significan oponerse a la legalización del aborto.
En el mes de septiembre se discutió en diputados una modificación en la ley de educación sexual integral y tanto la Iglesia católica como la evangélica y sus grupos de creyentes comenzaron a manifestarse en contra. Resumidamente, el proyecto -que ya obtuvo dictamen en diputados- contemplaba la declaración de orden público de la ley lo que hace que su implementación sea obligatoria en todas las escuelas privadas y públicas sin la posibilidad de “adaptación” de contenido según la institución en la que se brinde, se busca además garantizar que los contenidos establecidos en el Programa Nacional de Educación Sexual Integral no sean desconocidos por las provincias o alterado su contenido, darle un espacio curricular específico a la materia, incorporar el marco normativo más reciente como por ejemplo la Ley de Identidad de género, entre otros. Más allá de las especificidades de la ley -que, seguramente, tenga aspectos en los cuales se puede mejorar- los grupos religiosos lo que buscan es que no se enseñe Educación Sexual en las escuelas bajo la excusa de que es “ideología de género” concepto utilizado varias veces por Bergoglio. Al hablar de ideología de género, desde la Iglesia Católica hasta los grupos antiderechos, buscan deslegitimar un paso agigantado que ha dado la sociedad en este último tiempo: discutir las formas en las que el género y la sexualidad se construyen.
Las mujeres y la rebelión desatada desde el Ni una menos han logrado visibilizar el problema de que no se aborde el tema de la sexualidad en la escuela. Tanto en lo que se refiere a la construcción de la identidad como a la no discriminación en la orientación sexual que cada unx decida. Pero la problemática de la falta de Educación Sexual Integral tiene relación directa con la prevención de embarazos no deseados. Según un estudio realizado recientemente el 16,2% de lxs jóvenes en nuestro país han sido madres/padres antes de los 19 años. En la población de jóvenes de 18 a 29 años uno de cada tres tiene hijxs o están esperando tener unx, además, cuatro de cada diez jóvenes no tienen estudios secundarios, de ellxs tres no asisten a la escuela y uno participa en la escuela formal. Los embarazos adolescentes y/o no planificados disminuyen fuertemente en provincias donde se implementa algún contenido de ESI y aumenta fuertemente donde la misma no se implementa -y donde además muchas veces siquiera se ejecuta el aborto no punible por causales-.Es así que Chaco es una de las provincias que encabeza la lista de madres niñas/adolescentes, junto a Formosa y Misiones, con una tasa de fecundidad de 5,18cuando por ejemplo en la Ciudad de Buenos Aires llega al 0,39. Las relaciones de abuso y los métodos anticonceptivos son dos aspectos de la implementación de la ESI.
En la discusión sobre la legalización del aborto siempre se planteó que la misma correspondía a la última posibilidad de una persona gestante para seguir con la planificación de su vida y directamente rechazaba la obligatoriedad de las mujeres a ser madres. Al mismo tiempo la rebelión de mujeres y las manifestaciones de muchos colegios secundarios exigía la implementación de la ESI en ese mismo sentido, la necesidad del conocimiento del propio cuerpo -para decidir qué anticonceptivos se adecúan a las necesidades propias-. La autonomía del cuerpo de la mujer, lo que va directamente en contra de la opresión del patriarcado y el capitalismo, fue el fantasma que sobrevoló todas las discusiones junto con la inaceptable muerte de mujeres por causa de abortos clandestinos. Este es, justamente, el punto en el que la Iglesia Católica y fuertemente la Evangelista -como se ha visto en las últimas manifestaciones de los autoproclamados PRO VIDA-se oponen. La función principal de la mujer para estas instituciones religiosas es la de ser madres, es por ello mismo que se oponen a la implementación de la ESI que intenta alejarse de estos estereotipos de género. Alejarse de los estereotipos de género implica que no hay roles estancos y que la obligatoriedad de la mujer a ser madre -más allá de su capacidad biológica- es una construcción (imposición) social. Todo aquello que no promueva la procreación -en conjunto con el rol materno de las mujeres- es rechazado por la Iglesia, las relaciones sexuales homosexuales no garantizan la procreación y es por eso que se ven como moralmente erradas. Este es el eje de la oposición de la Iglesia a la implementación de la ESI, cuestionar la utilización del cuerpo de la mujer para la reproducción obligatoria y que cumpla el rol emocional del cuidado y la unión de la familia.
Es por ambas cosas que es tan importante que la rebelión de las mujeres haya tomado en sus manos la ESI y la lucha por la legalización del aborto: implica cuestionar la maternidad obligatoria y fortalece la autonomía y decisión sobre el propio cuerpo. Al mismo tiempo deja ver a contraluz la opresión de una institución que se esconde tras el discurso de “las dos vidas” pero cuyos intereses distan mucho de ello -que se sigan reproduciendo las prácticas clandestinas y las muertes en consecuencia son parte de dicha distancia-.
La rebelión de las mujeres -rebelarse contra la violencia y la opresión- viene transitando un camino intenso desde su irrupción en 2015 -Ni una menos-, y cada paso cuenta en la construcción de algo nuevo, alternativo, desde abajo y donde todas las que ponemos el cuerpo decidamos cómo seguir. Cuáles son las mejores formas en las que podemos luchar por una educación sexual integral, por la legalización del aborto o por destruir este sistema patriarcal que nos oprime será parte de los desafíos que le esperan a esta rebelión en movimiento que se autoconvoca. Al mismo tiempo que tendrá que transitar las formas en las que se pueden construir vínculos de clase, dado que solamente en paralelo y derrotando al capitalismo y sus instituciones es como podremos construir algo nuevo y alternativo.