LA CIUDAD TAMBIÉN PERDONA A LOS FUGADORES
*Por Fernando Vilardo (Legislador CABA e integrante de Autodeterminación y Libertad)
El pasado jueves 1 de septiembre el PRO y sus aliados, algunos de los cuales integran el frente Cambiemos, logró imponer su proyecto de adhesión a la ley nacional de blanqueo de capitales. De lo que se trata es ni más ni menos que un premio a los evasores; es la legitimidad que le otorga un sector de la dirigencia política para aquellos grupos capitalistas fugadores de la riqueza generada por el pueblo trabajador.
Nuestro rechazo a este proyecto en la sesión parte de la firme convicción de que el mismo representa una verdadera inmoralidad para los millones de trabajadores y trabajadoras que no pueden llegar a cubrir una canasta básica, a los que se la han ajustado el salario entre un 10 y un 15 % por las políticas de ajuste de Macri, a los que están obligados a pagar un impuesto absolutamente regresivo como es el IVA, y a los que tienen que hacer frente a los sucesivos tarifazos que intenta imponer el gobierno nacional. Ante los ojos de todos ellos, gran parte de la dirigencia política decidió premiar a los evasores. En el caso de la ciudad el premio es todavía mayor porque a los que accedan al blanqueo se le eliminarían impuestos propios de la jurisdicción.
Existe un segundo aspecto por el que hemos decidido rechazar este proyecto: no va a traer ningún beneficio para el pueblo. El PRO incluyó el pago a los jubilados solo a modo extorsivo para que se apruebe el blanqueo a nivel nacional. Si realmente el gobierno hubiese querido mejorar las condiciones de ese sector podía haberlo hecho con los fondos que le entregó al complejo agro-mineroexportador que resultó claramente beneficiado con millonarios ingresos por la eliminación de las retenciones o con los miles de millones de dólares que le dio a los “Buitres” o con los millonarios subsidios que se les entrega a las empresas energéticas. Es decir, fondos había y hay, lo que falta es un proyecto político detrás que priorice los intereses de los jubilados, de los trabajadores/as y del resto de los sectores populares.
Finalmente, rechazamos el proyecto porque como todos los blanqueos que han realizados los diferentes gobiernos en las últimas décadas, no hacen otra cosa más que legitimar una estructura económica al servicio de los intereses de los grandes grupos concentrados. Lo que este blanqueo oculta y al mismo tiempo legitima es que la discusión por “exteriorizar” capitales es el producto de la fuga previa de miles de millones de dólares que los grandes capitalistas han realizado con la complicidad de todos los gobiernos desde la dictadura hasta acá. Por ejemplo, gracias a uno de los sostenes legales como es la Ley de Entidades Financieras, impuesta por la dictadura genocida y reconocida por todos los gobiernos hasta hoy.
Como consecuencia, en la actualidad, se calculan unos 400 mil millones de dólares el dinero fugado. Dinero producto del esfuerzo de todo el pueblo trabajador. Como complemento de la estafa, no es un dato menor señalar que lo que el pueblo ha pagado de Deuda Externa durante todos estos años representa una cifra similar.
La conclusión parece más que evidente: el pueblo trabajador viene financiando la fuga de capitales de los grupos económicos. Ellos se quedan con la riqueza afuera; nosotros con la Deuda adentro. Todo esto con la complicidad de los diferentes gobiernos.
Durante el kirchnerismo se han ido unos 100.000 millones de dólares. Por su parte, el gobierno de Macri, que en el mejor de los casos apuesta a recuperar con este blanqueo unos 6.000 millones de dólares, ya avaló durante estos pocos meses transcurridos desde que asumió una salida de capitales de unos 8.000 millones de dólares. Los números no cierran, porque lo que no cierra es seguir legitimando una estructura económica profundamente concentrada y extranjerizada como esta, cuyos grupos económicos solo buscar llevar la plata afuera una vez hecho sus negocios adentro. Lo que no cierra es que los bancos sigan en manos privadas siendo cómplices, cuando no directamente responsables, de la evasión y de las cuentas off shore que tiene, como uno de sus tantos clientes, al mismismo Presidente Macri.
En resumidas cuentas el blanqueo no es otra cosa que legitimar todo esto. Y por eso lo rechazamos.