LA MATERNIDAD DE UNA NIÑA DE 12 AÑOS IMPUESTA POR EL ESTADO
En Jujuy no se garantizó la ILE a una menor que fue violada
Una doble violación
* Por Marta Martínez, Legisladora CABA
La diferencia entre un aborto y una cesárea es sustancialmente básica: en la última se busca producir un nacimiento, en el primero no. Esa sustancial diferencia fue la respuesta del Ministerio de salud de la provincia de Jujuy, y ¿qué implica? que la diferencia entre las dos prácticas lo que hace es disciplinar el cuerpo de la mujer y relegitimar al patriarcado. En el Código Penal está contemplado desde 1921 la posibilidad LEGAL de realizar un aborto a cualquier mujer que fuera violada. Una violación no hace falta decir que es una acción involuntaria por parte de quien la sufre, que si de ella resulta un embarazo es no querido y que cualquier dilación en los tiempos para intentar “revertir” dicha situación es crucial para no revictimizar a la mujer. En este caso no está de más decir, una niña de 12 años. Tampoco está de más decir que la violación es una práctica repudiable y digna del patriarcado que somete a las mujeres y las cosifica para la exclusiva satisfacción sexual masculina.
Al mismo tiempo se relegitima al patriarcado cuando en vez de otorgar una práctica legal y solicitada por la niña y sus padres como es el aborto (por causal de violación) lo que hace la institución hospitalaria y el poder ejecutivo de la provincia (el Ministerio en su representación) es negarle la práctica y en vez de ello adelantar el nacimiento a través del procedimiento de una cesárea. La niña, gracias a las instituciones que reproducen el sistema patriarcal, parió involuntariamente un bebé producto de una violación de la cual fue víctima. Eso es el disciplinamiento de los cuerpos.
No importa que haya sido violada. No importa que tenga 12 años. No importa que no haya querido seguir con el embarazo forzado. No importa que su vida durante la veintena de semanas haya sido una tortura y lo siga siendo por el resto de su vida. Al sistema patriarcal, al Estado y Gobierno provincial y a sus instituciones solamente le importó que fuera MADRE.
Allí se refleja una de las caras del sistema al que tenemos que combatir y derrotar junto con las instituciones que lo reproducen: el patriarcado.
El gobierno provincial es responsable
La cesárea fue innecesaria, y esto no es así solamente porque de hecho debió hacerse un aborto legal, sino porque médicamente sabían que el feto no podría sobrevivir. El médico Jefe de obstetricia recientemente renunció porque todo el cuerpo médico le aconsejó al Poder Ejecutivo no continuar con el procedimiento de una cesárea porque no podría sobrevivir el feto por las semanas y el peso del mismo. El Poder Ejecutivo desoyó esa sugerencia y continuó con el procedimiento. Existe en esto un doble problema que se vincula con que tanto el poder ejecutivo como el cuerpo médico solamente pensaron en el nacimiento del feto y nunca en la niña violada. Todo el cuerpo médico era objetor de conciencia, por ello mismo, en vez de realizar el aborto legal por causal de violación como correspondía se negaron a ello aconsejando continuar con el embarazo. Pero esto es empeorado aun más por la orden del ejecutivo de hacer nacer a la beba, que luego murió como ya se sabía, a través de una cesárea prematura.
Esto reafirma que tanto la institución hospitalaria como el poder ejecutivo lo único que hicieron fue violar los derechos de una niña violada de 12 años que tenía la potestad de realizarse un aborto porque, lamentablemente, fue víctima de una violación. Lo único que hicieron fue obligarla a ser madre, inclusive sabiendo que el feto no sobreviviría. Le hicieron una operación riesgosa, le dejaron marcas en el cuerpo y su psiquis, solamente porque querían que la bebe naciera inclusive sabiendo que luego moriría.
Se negaron a hacer un aborto pero realizaron una práctica que tendría como consecuencia la muerte del feto. Este es el disciplinamiento de los cuerpos de las instituciones patriarcales.
Aborto legal, seguro y gratuito!
Basta de violencia hacia las mujeres!