La plata de Mercedes Benz para perseguir a opositores del Smata
La Lista Verde que encabezaba antes José Rodriguez en el SMATA y la que encabeza hoy Pignanelli, el que está al lado del gobierno nacional, de la CGT Caló y de las empresas multinacionales avalando los despidos y suspensiones, denunciando en los medios, con costosas solicitadas, a los que luchan y llamando a reprimirlos al gobierno, y en caso de que no lo haga, amenazando hacerlo con sus patotas. Recordemos a Pedraza y el asesinato de Mariano Ferreyra. Repudiamos a Pignanelli!! Esto denunciaba “Página 12” en el 2002
En 1975, la empresa Mercedes Benz aportó durante casi un año el 1 por ciento de su facturación a un Fondo Extraordinario de Acción Social que manejaba el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata). Este dinero era –según figura en el Convenio Colectivo– para contribuir a lo que ambas partes consideraban “su obligación social indelegable”, es decir, “el mejoramiento de la producción mediante la erradicación de todos los factores negativos que puedan perturbar el normal desenvolvimiento de la actividad laboral y empresarial”. De acuerdo con una investigación de la periodista alemana Gabriela Weber, esta plata habría servido para “financiar las tareas sucias de los grupos de choque del gremio”.
Weber, quien investiga desde hace años la desaparición de 14 obreros de Mercedes Benz, presentó ayer en el Juicio por la Verdad que lleva adelante la Cámara Federal de La Plata, una copia del Convenio Colectivo de Trabajo del 18 de junio de 1975 firmado por José Rodríguez –como representante de Smata– la empresa y el Ministerio de Trabajo. El artículo 29 de ese documento establece la creación del Fondo Extraordinario que se suponía debía estar destinado al financiamiento de obras de asistencia y acción social a favor de los trabajadores. La misma cláusula figuraba en los convenios de muchas otras empresas del sector, como Ford, también señalada como cómplice en la desaparición de sus trabajadores.
Pedro Troiani, quien fue delegado de Ford y estuvo secuestrado durante la dictadura, explicó a Página/12 que “se suponía que el fondo era para hacer un sanatorio para la obra social, para la gente, para dar asistencia médica y construir un campo de deportes. En el ‘75 sabíamos que las empresas despositaban la plata en una cuenta en el Banco Nación, pero nunca se vio nada. Después vino el golpe y se perdió. Aparentemente fue usada para otros fines”. Según la investigación de Weber, esos fines podrían haber sido el apoyo a patotas del gremio que combatían a los sindicalistas independientes. De hecho, la mención a la “erradicación de los factores negativos” que perturben la actividad laboral y empresarial, abona esa hipótesis.