LO QUE TRAJO EL ROBO A LXS JUBILADXS, EL CRECIMIENTO INVISIBLE Y LA REBELIÓN DE LAS MUJERES COMO FARO PARA LAS LUCHAS QUE SE ABREN
El robo a lxs jubiladxs en Diciembre no le fue gratuito al gobierno. Las dos movilizaciones al Congreso de fuerte composición obrera y los cacerolazos espontáneos que le siguieron, mostraron la bronca y el malestar de grandes sectores de la población. Tanto que al interior del mismo gobierno se empezó a reconocer que “otro diciembre no podían aguantar”, y al interior de la CGT se produjo un quiebre que anuncia una división.
La decisión de dar marcha atrás con la Reforma Laboral flexibilizadora fue la consecuencia inmediata de aquellas movilizaciones. Los principales encuestadores que suelen aparecer en los grandes medios de comunicación -y que el gobierno sigue con atención-, reflejan una caída en la imagen de Macri impensada cuatro meses atrás luego de su triunfo electoral, atada a la caída en las expectativas populares por la marcha de la economía, como lo demostró la frase del “crecimiento invisible”, consciente de que el pueblo trabajador no siente mejoras ni por asomo, y así quedó demostrado el 1° de marzo en el inicio de las sesiones ordinarias del Congreso, en el que al mismo tiempo que omitió las clásicas referencias a” la herencia” y sobre los hechos de corrupción kirchnerista (lo que se explica por el caso de Triaca con la trabajadora precarizada a la que le pagaba su sueldo con un contrato de un sindicato que intervino, y medio gabinete con cuentas en paraísos fiscales) para dejar de lado casi antes de arrancar el “reformismo permanente” para dejarle el paso a un ajuste “hasta donde dé”.
Así se le presenta el panorama al Gobierno que, echando mano a temas como la “agenda feminista” que puedan darle aire para llegar al 2019 con posibilidades de la reelección, se propone imponer su principal objetivo: atacar el salario de lxs trabajadorxs. Para esa tarea el Gobierno cuenta con la mayoría de la raidora dirigencia sindical, Cavalieri (Comercio), Martínez (UOCRA), Rodríguez (UPCN), Fernández (UTA), Caló (UOM) y varios más que viajaron con Triaca a Europa, como premio a la entrega que vienen haciendo con paritarias a la baja y convenios flexibilizadores. Traidores al movimiento obrero que solo defienden sus intereses corporativos y patronales. Mientras la población trabajadora es atacada con despidos, tarifazos y mayor explotación, esos dirigentes millonarios siguen dejando pasar el ajuste y toman distancia de las verdaderas necesidades de lucha del pueblo trabajador.
Claro que tampoco se puede esperar más de Moyano y los convocantes a la marcha del 21F, que le dio continuidad al creciente malestar popular pudiéndose expresar en las calles, en la que miles de trabajadorxs tomaron como propia la convocatoria como repudio al ajuste con independencia de los convocantes. Además permitió un momento de confluencia de muchas de las luchas que hoy se están impulsando desde distintos lugares como la de lxs trabajdorxs del Posadas, la lucha de más de casi 50 días que llevan lxs trabajadorxs del INTI, de la metalúrgica Stockl, de Fanazul, del SENASA, los mineros de Río Turbio, Bancarios, Ministerio de Economía, y tantos más.
El desprestigio de la dirigencia sindical en la población ha ido en aumento y muy bien ganado lo tienen. Son un verdadero obstáculo para la lucha de todxs lxs trabajadorxs. Ladran, pero no muerden. Marchan, pero negocian y transan. Nada podemos esperar de Moyano, que fue cómplice de Macri durante dos años, ni de ninguno de los demás, que no expresan planteos concretos de continuidad. Ni de Palazzo, de La Bancaria o el gremio docente CTERA tampoco: algunas marchas, paro de 72hs y después…nada, ni asambleas, ni plan de lucha. De este sector salieron algunas reuniones para formar una “Coordinadora sindical” por fuera de la CGT, a lo que se sumarían las dos CTA.
Pero si por arriba la dirigencia gremial transa y negocia, por abajo surgen cada vez más capas de trabajadorxs y sectores populares que se lanzan a la lucha y que expresan su malestar, como con los cánticos contra Macri que empezaron en las canchas de fútbol y se expandieron a otros lugares públicos.
La marcha del 21 como las enormes movilizaciones en todo el país por el paro de mujeres del 8 de marzo son canales donde se expresa -a pesar de la traición de la dirigencia sindical-, el malestar contra el ajuste del Gobierno y que potencian las luchas que se vienen como la docente, en la que la firmeza del Gobierno en ofrecer porcentajes por debajo de inclusive sus propios pronósticos de inflación reflejan que es la paritaria clave para imponer el ajuste que pretende el Gobierno al conjunto del pueblo trabajador.
Sin proyecto alternativo de país no hay salida para lxs trabajadorxs
La crisis de la dirigencia sindical se refleja en la ausencia de medidas concretas de lucha que hoy necesita la población trabajadora, pero además expone la ausencia de un proyecto alternativo de país de la dirigencia política del PJ que representa esa burocracia, la crisis de la burocracia sindical es la crisis de los partidos del poder económico. Nada de lo que se discutió en el acto del 21F como en las reuniones siguientes sirve para que el movimiento obrero y popular pueda discutir y pelear por un programa alternativo que derrote la política de ajuste del gobierno. Sus discursos están al servicio de la “unidad del PJ” porque lo que importa, según Moyano, es que en el 2019 “no gobierne un gorila”. Olvidando que ese “gorila” gobierna en alianza con gran parte de legisladores y gobernadores del PJ que les votan las leyes de ajuste o directamente lo aplican en sus provincias.
Luchar hoy contra el ajuste del gobierno nacional como los provinciales es de vital importancia, y esa lucha sí se debe hacer en la más amplia unidad, pero no hay salida para el pueblo trabajador si en perspectiva no se lucha por un proyecto alternativo de país. Un proyecto alternativo que comience por desconocer los pagos de la Deuda Externa que este gobierno aumenta exponencialmente semana a semana y cuyos pagos de intereses es la causa fundamental de que “no haya” plata para jubiladxs, para salarios, para educación, para salud o para viviendas dignas. Un proyecto alternativo al modelo extractivista existente que viene desde hace años y que este gobierno profundiza cada vez más al servicio de las grandes multinacionales. Alternativo al de una matriz productiva cada vez más concentrada y extranjerizada cuyo consecuencia y resultado es el constante drenaje de riquezas al exterior lo que, a su vez, utiliza como justificativo el gobierno para seguir tomando deuda y compensar así esos dólares que fugan unos pocos. Un proyecto alternativo que declare públicas las empresas de servicios y que queden en manos de sus trabajadorxs para darles un uso social y no para el lucro privado (que no deja de crecer al compás de los tarifazos).
Nada de todo esto puede conseguir el pueblo de la mano de los mismos que vienen gobernando el país desde hace 40 años. Es el pueblo trabajador quién debe tomar en sus propias manos estos desafíos, construyendo poder desde abajo, auto-organizándose y dirigiéndose a sí mismo, como nos marca la rebelión de las mujeres desde que irrumpió con toda su fuerza aquel 3 de junio de 2015 en rechazo a la violencia machista y que hoy impone a la dirigencia politica el debate para la legalización del aborto legal, seguro y gratuito.
¡Multiplicar las luchas desde abajo… Unidad de lxs trabajadorxs!
Tan imprescindible es pelear por un proyecto alternativo, como luchar hoy para derrotar el ajuste del gobierno. Para eso es fundamental articular las luchas en curso y con la mayor unidad posible, luchas que muchas veces se desarrollan divididas por diferencias políticas o tácticas de sus conducciones, sea por disputas partidarias o burocráticas. Difícilmente puedan triunfar aisladas, como el caso de la dirigencia de ATE, que apuesta a contener y diluir las luchas contra los despidos en el Estado dejando a miles de trabajadorxs rehenes de las disputas entre la conducción nacional “anti-kirchnerista” de Godoy y la seccional Capital, de clara referencia con el kirchnerismo. El grito de unidad recorre todos los conflictos, ya sean por mejoras salariales o contra los despidos. Es vital empujar esa unidad y construir fuerzas desde abajo para ir preparando ese paro nacional activo y plan de lucha que la patota sindical impide. En el camino de este objetivo está multiplicar las luchas para fortalecer las que están en curso y para ser parte de las que vienen, como las distintas paritarias que el gobierno intentará imponer un techo de ajuste, comenzando por la paritaria docente.
Al gobierno no se lo derrota “esperando” al 2019 como suelen sentenciar algunos sectores de la oposición vinculados al PJ o al gobierno anterior. No. La política de ajuste de Macri y Vidal se la derrota movilizándose preparando desde abajo un paro general como parte de un plan de lucha y al mismo tiempo respondiendo a la necesidad de construir un proyecto alternativo de país.
Considero que para lograr la unidad y accion del pueblo trabajador, no se debe dar solo por la reivindicacion económica, lo cual no cambia en nada la conciencia hay individualista y materialista y que debe cambiarse por Social y Humanista. Y para ello, no se debe estimular solo la denuncia y reivindicacion economíca, si no que, por un lado, se debe preparar un análisis y exposicion de las causas y elaborar un plan de gobierno alternativo, y luego con ello, realizar una gran campaña de concientizacion, mediante volantes y los medios de comunicacion, para “intentar” (aunque reconozco muy dificil) lograr esa toma y cambio de conciencia, que es lo único que puede unir y dar fuerza en la lucha por un mayor bienestar y un mundo más humanizado.