ME GUSTA CUANDO NO CALLAS PORQUE NO ESTÁS AUSENTE
* Por Marta Martínez (integrante de Autodeterminación y Libertad)
Muchas miles salimos a las calles, acá y a cientos de kilómetros, porque el paro y la movilización en el día internacional de la mujer trabajadora fueron mundiales. No fue solamente nuestro país el que sintió la presencia, los gritos, los cánticos, todas las manifestaciones de lucha de las mujeres, y también de varones antipatriarcales. Fue un día de movilización que dio vuelta al mundo y que principalmente se expresó -de formas diferentes- contra el patriarcado en más de 50 países. En algunos el énfasis estuvo puesto en cómo sería el mundo sin el trabajo gratuito de las mujeres, si el cuerpo de la mujer no vale entonces que la producción avance sin nosotras, sobre la brecha salarial o la legalización del aborto, entre otras.
Pero lo que se repitió en la mayoría de los lugares fueron las expresiones en carteles, pancartas, en el cuerpo de las mujeres, etc. En nuestro país, además de la masividad de mujeres, pudimos ver una vez más las diferentes expresiones por fuera de las organizaciones llenas de frases ingeniosas, coloridas, pero sobre todo de denuncia a las opresiones y violencias sufridas por las mujeres.
En Polonia, donde las mujeres fueron protagonistas de un paro en 2016, también hubo manifestaciones en las principales ciudades. En este país se reclama más fuertemente por los derechos reproductivos, fue reciente la intención del gobierno de querer restringir aun más el aborto. Como también sucede en Irlanda donde las mujeres cortaron las calles por el reclamo de este derecho.
Cientos de mujeres en Washington y otras ciudades de Estados Unidos se manifestaron de rojo y también con los gorritos rosas (Pussyhat) utilizados en la Marcha de mujeres a Washington. Un “día sin mujeres” que tuvo su enorme presencia en las calles.
En Bangladesh quince mujeres sobrevivientes de ataques con ácido hicieron un desfile de moda contra la violencia de género. En este país arrojar ácido a las mujeres se da por diferentes razones vinculadas a la violencia de género como consecuencia del rechazo al pedido de matrimonio, o también por disputa territorial, entre otras. Las consecuencias del ácido sobre la piel son irreversibles.
En Australia hubo, por ejemplo, trabajadoras de guarderías reclamando salarios más altos en un empleo que es altamente feminizado. Tailandia, Filipinas e India también han sido protagonistas de este paro, por ejemplo las mujeres campesinas, y han tenido también una marcha.
En Turquía las mujeres se manifestaron principalmente contra los femicidios, que llegan a 67 en los dos primeros meses del año.
En un cartel de la manifestación de San Pablo se lee “Respeto a las mujeres del mundo”, en Brasil 500 mujeres son agredidas físicamente cada hora. Recordemos que fue en ese país donde una adolescente fue violada por más de 30 hombres el año pasado y causó una gran indignación y reclamo social.
En Guatemala, donde en febrero último el barco de Rebecca Gompert “Women on Waves” fue bloqueado en pleno puerto y obligada a irse luego de intervenciones judiciales siendo el segundo país con la mayor cantidad de abortos clandestinos en el mundo, también tuvo sus manifestaciones. Las mujeres indígenas marcharon y también realizaron una ceremonia maya. Ese mismo día 40 niñas murieron y más de diez se encuentran graves por un incendio sucedido en un instituto para niños/as y adolescentes huérfanos o víctimas de violaciones, el lugar excedía fuertemente la cantidad de personas permitidas y se afirma que al momento del incendio las niñas estaban bajo llave.
En Honduras no faltó el reclamo de Justicia por la muerte de Berta Cáceres asesinada hace poco más de un año. Cientos de mujeres marcharon por Tegucigalpa contra los femicidios y la violencia machista.
En Uruguay una multitudinaria marcha de miles de mujeres, tras un paro parcial de actividades llenó la avenida principal de expresiones contra la violencia machista, la brecha salarial y la discriminación racial.
Hubo mujeres manifestándose en Madrid donde se vieron carteles como “Calladita NO estás más guapa”, también en Italia, donde las mujeres eligieron el amarillo para manifestarse, en el Reino Unido, en Suecia, en la capital de Rusia donde más de diez mujeres fueron apresadas, en Berlín, en La Paz, en Ciudad de México donde también hubo madres de los estudiantes normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, y la lista sigue con muchas ciudades del mundo. Estos son solo ejemplos de las miles y miles de mujeres que se manifestaron en diferentes ciudades con un amplio reclamo por nuestros derechos y contra el avasallamiento de nuestras conquistas, en repudio a las violencias y muertes sufridas por luchadorxs.
Nuestro país no estuvo al margen de esta rebelión de mujeres que viene protagonizando luchas alrededor del mundo. Nuevamente cientos de miles de mujeres salimos a las calles, masivamente. Nuevamente, ya por cuarta vez, fue emocionante ver la diversidad de mujeres con carteles hechos a mano con frases por sus derechos, su libertad, su vida. Además de la presencia de las organizaciones políticas y agrupaciones feministas, esta rebelión de mujeres sigue teniendo en nuestro país esos elementos tan valiosos de autoconvocatoria y autoorganización. La Plaza de Mayo estuvo llena, así como el Congreso también, desde la media tarde luego de haber comenzado el paro con ruidazos y diferentes manifestaciones. Esta cuarta marcha masiva tuvo también un contenido político más fuerte, no solamente fue en contra de los femicidios y la desfinanciación de las políticas de protección de la mujer sino también contra el ajuste macrista que precariza fuertemente la vida de las mujeres.
Además de las organizaciones políticas y feministas, agrupaciones de lesbianas, trans y de disidencia sexual, hubo muchas mujeres organizadas en grupos que se autoconvocaron para manifestar en contra de la violencia en todas sus formas, también pequeños grupos organizados de compañeras de trabajo y de estudio, vecinas, amigas, madres, hijas… todas enfrentando la opresión machista. Ahí está la potencialidad de esta gran rebelión de mujeres que se muestra a nivel mundial y el gran desafío que tenemos de ser cada vez más las mujeres autoorganizadas y autodirigirnos, junto con todo el pueblo trabajador, en el marco de este proceso de luchas obreras y populares que tiene a las mujeres como protagonistas. Si todas luchamos, todas salimos a las calles y nos expresamos contra esta opresión machista, todas tenemos que decidir cómo seguir, autoorganizándonos y sin esperar dirigentes. Continuando con debates en nuestros lugares de trabajo, de estudio, en plazas, etc, sobre cómo seguir, cómo fortalecernos y autodirigirnos para ganarle a la opresión machista.
Sigamos siendo miles en las calles, la rebelión de mujeres obrera y popular se fortalece luchando desde abajo.
Manifestamos nuestro más profundo repudio a las acciones de la policía de la Ciudad que detuvo a 20 personas de forma arbitraria y violenta al finalizar la manifestación.