MUCHOS AUMENTOS Y UN SOLO PAGADOR: EL PUEBLO
* Por Marta Martínez (integrante de Autodeterminación y Libertad)
El ajuste al pueblo trabajador y a lxs jubiladxs se nota día a día, el sueldo no llega a estirarse hasta fin de mes, son muchos los aumentos que ha implementado el gobierno macrista con el apoyo de la oposión y hay una sola variable de ajuste: el pueblo.
Ajuste para el pueblo y aumento de ganancias empresarias
Mientras la pérdida del poder adquisitivo de los/as trabajadores/as va en incremento, dado que la inflación no para de aumentar mes a mes (en este primer trimestre ha llegado al 12%), los hipermercados y los grandes grupos económicos se siguen llevando grandes ganancias a fin de mes. En paralelo con la pérdida de capacidad de compra de productos básicos el pueblo trabajador sufre el aumento de las tarifas de servicios públicos y el transporte. Indudablemente los índices de pobreza e indigencia a nivel país y a nivel Ciudad de Buenos Aires y en todas las provincias también van en aumento, los despidos llegan a 100.000 entre organismos estatales y el sector privado y las paritarias van por debajo de la inflación, aun no se han arreglado o se acuerdan por semestre. en este primer trimestre se han sumado 350 mil personas a la indigencia y también se han provocado 1.400.000 nuevos pobres en el país. Se proyecta que la indigencia llegará en este primer trimestre al 6,9% y la pobreza al 34,5% de la población.
La variable de ajuste siempre es el pueblo trabajador, y también lxs jubiladxs, que han perdido calidad de vida en todos estos años a manos de los gobiernos que sistemáticamente han repartido las ganancias a los diferentes grupos económicos de turno, mientras se deteriora la salud y la educación públicas, se sigue beneficiando a quienes ya se la vienen llevando en pala otorgándoles más beneficios. Sobran ejemplos como la quita de retenciones al agro y la megaminería contaminante, la reducción de las retenciones a la soja, ganancia para los grupos empresarios, hipermercados, bancos y especuladores. Por otro lado, se le suma el pago a los fondos buitre -una entrega pocas veces vista antes- a la que se le agrega un futuro proceso de endeudamiento, el resultado: ajuste, marginación y hambre para el pueblo. Es una concentración de ganancias para unos pocos y el ajuste a todo el pueblo trabajador no solo impulsado por el macrismo sino acompañado por el frente Cambiemos, el PJ-FPV y el massismo.
Es así que, no tan lentamente, van aumentando los índices de pobreza e indigencia, en este primer trimestre se han sumado 350 mil personas a la indigencia y también se han provocado 1.400.000 nuevos pobres en el país. Se proyecta que la indigencia llegará en este primer trimestre al 6,9% y la pobreza al 34,5% de la población. Estas cifras dan como resultado que en nuestro país habría, solo por las primeras medidas del ajuste, 13 millones de personas en situación de pobreza y 2.350.000 personas indigentes.
A esta situación de empobrecimiento hay que sumarle los incrementos sufridos en los servicios públicos y en el transporte. Este último impacta terriblemente al pueblo trabajador así como el aumento de la canasta de productos básicos ya que son ellos quienes utilizan los transportes públicos, más de uno muchas veces -para ir a trabajar, llevar a los/as hijos/as a la escuela y para volver a sus casas-, son ellos/as quienes solventan su propia presencia en el trabajo. Respecto de la canasta de alimentos pasa algo parecido, no tienen la posibilidad de pasar de primeras marcas a otras menos costosas, los salarios son utilizados para comprar lo que la familia necesita para sobrevivir, y a veces no alcanza ni a eso. Ambos costos no son trasladados sino totalmente asumidos por lxs trabajadorxs. Según la actualización de las tarifas que comenzó a regir para el aumento del transporte, tanto colectivos como trenes pasaron a costar 100% más, el gas entre 178% y 525%, el agua 500%, mientras el gobierno nacional y los provinciales insisten en ponerles techo a las paritarias, estimado en 25%, o como ha sucedido en Tierra del Fuego (Rosana Bertone – FPV) donde se lanzaron leyes de prohibición por un año de las paritarias y de reducción del 5% del salario de los estatales.
Volviendo al aumento que duplica el precio del transporte, para los sectores con cobertura social, que contaban con la tarifa social mediante el descuento en la tarjeta al momento del cobro del boleto, el mismo aumentó en menor medida que para quienes no tienen esta cobertura, es decir que a los que menos tienen también se los incluyó en el aumento. Además, según la información publicada en diferentes medios la tarifa social del transporte incluye menos personas que las tarifas sociales de luz y gas. En este último servicio, el gas, el aumento será mayor para las categorías residenciales que menos gastan. Es decir, para quienes gastan hasta 500 m3 y 1000 m3 -R1 y R2-, la tarifa subirá 525%, mientras que para quienes consumen más de 1000 m3 -R3- la tarifa subirá entre 178% y 375%. En el mes de enero de este año ya se había implementado la suba tarifaria en la electricidad del 300%, junto con el cobro mensual en vez de bimestral de los servicios a los que se suma el aumento del agua que llegará al 500%.
El ajuste también lo pagan lxs jubiladxs, el incremento de su canasta básica pasa a tener un costo total de $11.000, mientras que se produce un aumento de precios en los últimos tres meses de medicamentos como los antihipertensivos entre el 70% y el 144%. Más de la mitad de los/as jubilados/as y pensionados/as cobran los haberes mínimos y según la ley de movilidad hasta septiembre no habrá nuevos aumentos, es decir que los/as jubiladas tienen que afrontar todos los aumentos sin la posibilidad de incrementar sus ingresos. Pero aun más, el PAMI redujo el porcentaje de cobertura de algunos medicamentos, es decir que redujo la cantidad de medicamentos gratuitos que se le brinda a los/as jubilados/as según el “Plan de Medicamentos Sustentables” informado por el mismo organismo. Al tiempo que algunos medicamentos aumentan otros dejan de ser gratuitos, que es una forma de aumento al pasar a tener costo, para los/as jubiladas/os quienes siguen sin cobrar el 82% móvil.
Es más que evidente que todo el pueblo trabajador, desocupados/as, jubilados/as y la población más marginada de nuestro país ha quedado bajo el aumento de precios y tarifas y es la más afectada. Ya a mediados del 2015 había un 34% de trabajadores precarizados, es decir que tenían trabajos informales, esto no solamente conlleva a no poder negociar paritarias sino que no cuentan con las coberturas sociales básicas de un asalariado formal. Más del 20% de la población vive en hogares donde conviven tres o más personas por habitación, es decir que viven en condiciones de hacinamiento, o bien, viven en casas hechas con materiales inadecuados. El 14,7% de la población no tiene una alimentación adecuada, sin embargo, bajo este escenario en el primer trimestre en la canasta básica alimentaria subió el 12%.
El impacto social que tienen los aumentos de tarifas de los servicios públicos junto con el transporte y el continuo aumento de la inflación es muy significativo. Aun más, para quienes la opción no es cambiar los bienes de lujo por bienes de consumo ni disminuir los ahorros mensuales, la pérdida del poder de compra es la pérdida de la oportunidad de consumir alimentos básicos. Son el último eslabón de la cadena, los que deben soportar todos los aumentos de precios sin incremento salarial, mientras el salario se va desgajando rápidamente en el mes.
Es un momento de lucha para los/as trabajadores/as, jubilados/as, estudiantes, sectores marginados y empobrecidos, momento donde se suceden despidos y aumentos y hay un solo pagador: el pueblo. Solamente si el pueblo trabajador toma esta lucha en sus manos, junto a los sectores marginados, discriminados y oprimidos podremos cambiar algo. No necesitamos dirigentes que sigan entregando nuestro futuro, apostamos a potenciar la auto-organización y auto-dirección en el camino de la liberación de los sectores explotadxs y oprimidxs.