NECESITAMOS ENFRENTAR EL AJUSTE DEL GOBIERNO. ¿Y SI HACEMOS COMO LAS MUJERES?
Por arriba, la CGT entregó el paro por un bono miserable; desde abajo y sin dirigentes, las mujeres vienen de preparar un paro y una enorme movilización contra los femicidios y la violencia machista
Nuestros salarios y jubilaciones perdieron entre un 10% y un 15%, pero los bancos, los hipermercados, las megamineras, los exportadores de granos y las privatizadas ganaron fortunas. Para garantizar esas enormes ganancias empresarias, el gobierno se endeudó más de lo que lo hizo todo el resto de Latinoamérica este año, una deuda que pretende pagar a costa nuestra. Y todo esto pasó con el apoyo o el silencio cómplice de la mayoría del FPV-PJ, Massa, los gobernadores y toda la dirigencia política que se dice “opositora”, especialmente en el Congreso, donde diputados y senadores también se subieron sus dietas a $120.000, porque, según Pinedo, senador del PRO, “es difícil vivir con salarios de $83.000 y una inflación del 35%”.
Oficialistas y “opositores” son, de conjunto, parte de una dirigencia política que ha extendido la pobreza a 13 millones de personas e imponen políticas de ajuste mientras garantizan que las grandes empresas se la sigan “llevando en pala”. La “pobreza cero” que prometía Macri hace un año ha sido una clara estafa para conseguir votos y usar esos votos luego para que las enormes riquezas producidas por el trabajo del pueblo sigan siendo concentradas en unas pocas manos y fugadas al exterior, como sucedía con el gobierno anterior y sigue sucediendo con el actual. Tenemos que pelear para que dejen de llevarse afuera el producto de nuestro trabajo, ya sea con la fuga de capitales como también con los pagos de deuda externa, y para que dejen de ajustarnos a lxs millones que vivimos de nuestro propio trabajo y ajustemos a esa minoría que vive de nuestro trabajo.
UNA CGT QUE APOYA EL AJUSTE
Durante todo este año de ajuste, los millonarios dirigentes de la CGT no hicieron otra cosa que mirar para otro lado. Las reuniones públicas y secretas que tuvieron con el Gobierno y los empresarios fueron para acordar cómo hacer para no pelear y apoyar el ajuste. La lucha de lxs estatales, lxs docentes o lxs bancarios, así como también el “ruidazo” contra el tarifazo y las luchas que lxs trabajadorxs y el pueblo construimos desde abajo y por afuera de los aparatos sindicales lograron ponerle algún freno al ajuste del Gobierno y los empresarios. Pero la CGT, siguiendo la orientación de Bergoglio y la Iglesia, traicionó nuevamente al pueblo trabajador y no convocó ni siquiera a un paro contra este ajuste.
Esta dirigencia sindical es una enorme traba desde hace décadas. Nunca a disposición de lxs trabajadorxs y siempre un obstáculo para defender los intereses del pueblo. Y mientras la CGT habla de “pacto social”, la dirigencia política ya nos habla de las elecciones. ¡Macri hasta habló de reelección! ¡Acaba de asumir! ¡Tenemos que discutir cómo defender el salario y ya quieren hablar de las elecciones que vienen dentro de un año!
¡HAGAMOS COMO LAS MUJERES: CONSTRUYAMOS DESDE ABAJO EL PARO GENERAL!
El 19 de octubre, las mujeres realizaron un histórico #ParoDeMujeres y una gigantesca marcha contra los femicidios y la violencia machista. Pero ninguna CGT convocó el paro ni la marcha: se auto-organizaron y salieron por sí mismas a pelear. Llenas de rebeldía, sacudieron las calles contra instituciones patriarcales que les siguen impidiendo que decidan libremente sobre su propio cuerpo prohibiendo el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, y que les siguen ajustando sus salarios mucho más que a los hombres, mientras mantienen un sistema judicial y policial profundamente machista, discriminador y opresor. Pero las mujeres no esperaron una CGT que convoque el paro: se juntaron y construyeron el paro y la movilización desde abajo. Ése es el camino a seguir.
Si dependemos de la CGT, ya perdimos. Contra el ajuste del Gobierno y los empresarios, hagamos como las mujeres: construyamos desde abajo el paro y la lucha que necesitamos, y en ese camino construyamos una alternativa a este sistema que prioriza las ganancias empresarias por sobre las necesidades de los pueblos. Para eso, tenemos que hacer todo lo contrario a esta burocracia sindical que aparece más en la televisión que en los lugares de trabajo: juntémonos con nuestrxs compañerxs de trabajo, conversemos, discutamos, hagamos asambleas, apoyemos juntxs las luchas que haya, decidamos por qué pelear, cuándo pelear y cómo seguir la pelea, y construyamos desde abajo el poder para parar a este gobierno y para ir hacia mecanismos de una democracia cada vez más directa donde los pueblos manden y los funcionarios ejecuten.