LUCHAR PARA QUE DECIDA EL PUEBLO
UN PUEBLO DECIDIENDO PARA CONSTRUIR UNA ALTERNATIVA DE PAÍS.
Como otras veces estas elecciones se encuentran también teñidas de slogans y consignas que ocultan más de lo que dicen. Sea por “el cambio justo”, “profundizar el modelo” o directamente “cambiar”, lo que no expresa ninguna de ellas son las profundas coincidencias que tienen las principales fuerzas políticas en disputa. Ni Macri, ni Scioli ni Massa plantean un proyecto de país alternativo.
Las mejoras en las condiciones de vida que se registraron desde el 2003 hasta el 2007 fueron paulatinamente estancándose a partir de ese año hasta llegar a retroceder en los últimos dos años. Esto se debe a que esas mejoras no fueron acompañadas de cambios de fondo, como quedó dramáticamente reflejado con las últimas inundaciones y la tragedia vivida por esos miles de habitantes de Luján, Salto y aquellas otras regiones en donde se privilegió una vez más los grandes intereses capitalistas –tanto sojeros, como grupos inmobiliarios y constructoras– antes que las necesidades populares. Las grandes empresas se han enriquecido como nunca antes gracias al aumento de la explotación del trabajador, ya sea extendiendo la jornada laboral, intensificando el trabajo, reduciendo indirecta y directamente el salario o sosteniendo los altos niveles de precarización laboral que hoy alcanza casi el 35 % de los trabajadores y trabajadoras. La contracara de las enormes fortunas amasadas por las grandes corporaciones son los 6000 pesos que, según el Indec, gana la mitad de los trabajadores del país. Pero esas riquezas que ganaron a costa del sacrificio de todos los trabajadores, ni siquiera fueron utilizadas para reinvertir en el país sino que las fugaron para seguir engrosando sus cuentas en el extranjero. Por eso tanto Scioli como Macri o Massa hablan de “generar confianza” para que lleguen inversiones. Necesitan esos mismos dólares que dejaron salir. Pero está claro que sólo van a venir a fuerza de endeudamiento, cosa que el gobierno de Cristina Fernandez ya ha comenzado a hacer, o de mayor explotación al trabajo para aumentar los márgenes de rentabilidad empresaria. Ninguno de estos candidatos propone un proyecto alternativo.Desde Autodeterminación y Libertad creemos que sólo la lucha auto-organizada de los/las trabajadores/as y del pueblo en general puede proponer un modelo distinto de país y llevarlo a la práctica.
Son tantas las coincidencias que tampoco discuten el modelo sojero sostenido y profundizado por el kirchnerismo, y que ha avanzado como nunca deforestando el suelo y atentando contra la vida; ni la enorme fortuna destinada a pagos de una Deuda Externa fraudulenta e ilegítima (¡¡¡200.000 millones de dólares!!!); ni el sostenimiento de una economía profundamente concentrada y extranjerizada heredada de los noventa; ni un modelo productivo que, orientado exclusivamente a lograr márgenes rápidos de rentabilidad empresaria, se limitó durante todos estos años al armado de piezas compradas afuera y no a un verdadero desarrollo industrial destinado a satisfacer las necesidades del pueblo.
De esta forma los límites propios de las políticas económicas implementadas por el gobierno, reflejados en una economía que ya hace tiempo no crece y en el progresivo deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores, con pérdida del poder adquisitivo del salario mediante, marca a su vez los límites de su proyecto político. Así fue que luego de enfrentar a Scioli tuvo que recurrir a él como el único candidato capaz de asegurarle votos para poder llegar a ganar las próximas elecciones. El “candidato es el proyecto” pero el proyecto no encontró otro candidato que….Scioli.
Frente a esto, ni Macri ni Massa proponen nada alternativo a favor de los trabajadores. Por eso su búsqueda desesperada por los votos pasa sólo por amontonarse con los que hasta ayer confrontaban. Carrió dice querer “salvar la República” juntándose con Macri a quien consideraba un corrupto apenas un año atrás. El radicalismo se junta con Macri y Carrió sólo para no pasar desapercibido en estas elecciones. Por su parte, Massa, ex funcionario kirchnerista, pretende vestirse de opositor de la mano de Barrionuevo, De Narváez, Felipe Sola y el aparato del PJ bonaerense, muchos de los cuales ya volvieron a las filas del oficialismo por la baja intención de votos del ex intendente de Tigre.
Desde Autodeterminación y Libertad creemos que sólo la lucha auto-organizada de los/las trabajadores/as y del pueblo en general puede proponer un modelo distinto de país y llevarlo a la práctica. Frente a una forma de organización política donde las decisiones son tomadas por un puñado de personas, pensamos que es necesario luchar por un país y un mundo donde los pueblos participen, decidan y manden.
Recientemente los trabajadores aceiteros y los choferes de la línea 60 mostraron un camino de lucha. Meses atrás cientos de miles de mujeres al grito de “Ni una menos” llenaron las calles de rebeldía para enfrentar el régimen patriarcal y machista al que son sometidas diariamente. La única forma de enfrentar los grandes poderes económicos, políticos y culturales que gobiernan nuestro país y el mundo no es esperando que las soluciones provengan de arriba sino que desde esas luchas se construya poder desde abajo, auto-organizado y auto-dirigido.
SÓLO DE ESA LUCHA PODRÁ EMERGER UNA VERDADERA ALTERNATIVA.
Para presidente proponemos votar al FIT porque nos une el mismo objetivo de lucha frente a la opresión capitalista. Pero lo hacemos reafirmando nuestra crítica hacia el Frente como tal en la medida en que no forma parte de una búsqueda de unidad real sino, solamente, de un acuerdo electoral entre agrupaciones que siguen priorizando competir y disputar entre sí en la construcción de partidos que se postulan para dirigirnos buscando crecer en detrimento aún de sus propios aliados.
Apostamos a construir un partido que tenga como objetivo potenciar la auto-organización del pueblo trabajador, porque entendemos que el mayor potencial revolucionario no está en esperar a ser dirigidos sino en que nos dirijamos como pueblo.