BLANQUEO RÉCORD… ¿QUÉ FESTEJAMOS?
*Por Sergio Sallustio (integrante de Autodeterminación y Libertad)
En el cierre del 2016 y de la gestión del Ministro Prat-Gay, que se retiró (o lo retiraron) del gobierno en medio de una firme recesión, con un alto déficit fiscal, sin haber atraído inversiones, con la inflación más elevada de los últimos 14 años, el consumo por el subsuelo, y reveses en todos los indicadores macroeconómicos, el macrismo y el establishment económico festejaron con bombos y platillos el éxito del blanqueo de capitales lanzado este año que alcanzó una cifra cercana a las 100 mil millones de dólares cuando todavía faltan tres meses para cumplir con el plazo legal para repatriar fondos, sacarlos a la luz, y/o declarar bienes ocultos.
Luego de varias denuncias de organismos, consultoras privadas, economistas y medios de comunicación, que contabilizaban la fuga de capitales de los últimos 30 años en una cifra aproximada a los 400 mil millones de dólares, y con el gobierno necesitado de dólares que fortalezcan las alicaídas reservas que dejó el kirchnerismo, en abril se lanzó un amplio blanqueo de capitales que premió a los fugadores y evasores con una “penalidad” de entre el 0% y el 10% del monto ocultado. De esta manera, los sectores económicos dominantes y las clases más acomodadas de nuestro país que desfinanciaron las arcas públicas evadiendo impuestos y colapsaron las reservas provocando corridas cambiarias y profundas crisis económicas (como por ejemplo la del 2001 con más de un 50% de pobres y más del 25% de desempleo) recibieron con amplio beneplácito este obsequio que representa según estimaciones una condonación de deuda impositiva de entre el 20 y el 40% y procedieron a regularizar apenas un 25% de lo que se calcula fue ocultado, rompiendo récords nacionales e internacionales por la magnitud de las cifras involucradas. la fuga de capitales de los últimos 30 años en una cifra aproximada a los 400 mil millones de dólares
El plan llegó con extorsión, no había otra forma para el gobierno para justificar semejante negociado que involucrando a los juicios previsionales que los jubilados vienen ganando desde hace años por haber sido estafados durante varios gobiernos que les negaron la movilidad de sus haberes, y que no pagaba o pagaba en cuentagotas a pesar de tener multiples sentencias en contra: ¡para pagar a los jubilados resultaba necesario cobrar un magro “impuesto especial” a los evasores! Mientras tanto, recomponía la (ya elevada) renta del campo y de las multinacionales mineras eliminando las retenciones o tomaba fondos de ANSES (como hacía el kirchnerismo) para financiar gastos corrientes y pagos de intereses de deuda del Tesoro Nacional. Las verdaderas prioridades del gobierno saltan a la vista…
Una de las principales razones del “éxito” del blanqueo, sino la única, radica en que el gobierno se pasó todo el año amenazando a los contribuyentes con cruzamientos fiscales y acuerdos con otros países por los cuales los bienes y depósitos de argentinos en el exterior perderían el secreto bancario y fiscal y podrían ser detectados con relativa facilidad por la AFIP. ¿Si el gobierno estima que podrá detectar a los evasores, porque hacerles semejante regalo? ¿Por qué no expropiar los bienes que hayan sido ocultados al pueblo? ¿Por qué en lugar de amenazas y absurdas penalidades no esperar a contar con los datos y cobrarle a quienes hayan estafado la totalidad de los impuestos evadidos?
El gobierno termina el año festejando este negociado perfecto que le permite dibujar los datos finales del déficit fiscal del 2016 (recordémosle al gobierno que no son ingresos de “libre disponibilidad”, tienen un fin específico, no sea cosa que los jubilados no cobren y terminen subsidiando a empresas…), en nada beneficia a los trabajadores que han visto caer sus salarios en un 10% promedio contra la inflación, un 10% en dólares (si tomamos el dólar blue de diciembre 2015; contra el oficial la caída sería del 40%), y un 10% en las jubilaciones, y nada tienen para banquear ni para festejar en el año del ajuste.