SIGAMOS LUCHANDO CONTRA LA GUERRA DE BUSH Y LOS EE.UU
Bush anuncia y prepara un genocidio de EE.UU. contra Irak. En la vereda de enfrente millones y millones de personas se movilizan en Europa, Asia, Africa, América Latina y en los propios EE.UU contra esa guerra. Después de los atentados a las Torres Gemelas, Bush afirmaba:
“O con los EE.UU. o con el mal” (los fundamentalistas y los terroristas). Bin Laden, su antiguo aliado armado por la CIA, era ahora el “enemigo público número uno” y la excusa para guerrear. Bombardearon y mataron en Afganistán para asegurarse el control del gasoducto petrolero. Luego se empezó a saber que el gobierno norteamericano conocía con anticipación que los atentados del 11 de septiembre iban a cometerse y hoy está claro que no quiso impedirlos. Bush dejó de hablar de Bin Laden y sacó a relucir a Saddam Hussein y sus “peligrosas armas de destrucción masiva”.
Hussein, un dictador represor de su pueblo y de otros pueblos, es -como Bin Laden- otro antiguo aliado. EE.UU. y empresas inglesas lo armaron en los 80 vendiéndole “armas biológicas”, las mismas que ahora argumentan que quieren destruir bombardeando Irak. Cuando los inspectores de las Naciones Unidas refutaron los informes norteamericanos diciendo que no encuentran lo que los yanquis denuncian, Bush volvió a cambiar el discurso: ahora la razón de la guerra es “cambiar el régimen dictatorial de Hussein, liberar al pueblo iraquí e instaurar la democracia”.
Como dice el valiente intelectual norteamericano Noam Chomsky, EE.UU es el Estado terrorista número uno del mundo. No ha dudado en borrar dos ciudades enteras del planeta como Hiroshima y Nagasaki. Durante años bombardeó con armas químicas al pueblo vietnamita. Sus soldados actuaron como carniceros en Laos y Camboya.
En defensa de sus ganancias y no de principios democráticos ha invadido países, apoyado los más feroces dictadores, como Videla o Pinochet, respaldado narcotraficantes como Noriega, o a emperadores y jeques deleznables en Africa o Asia. Allí está su vigente apoyo a los reyes de Arabia Saudita.
Ha sido cómplice de cada una de las masacres israelíes en Palestina y de la política de exterminio del pueblo palestino. Hoy respalda al genocida Sharon de Israel el mismo que es denunciado hasta por tribunales de Bélgica. Pakistán, Israel, India tienen armas nucleares “de destrucción masiva” y son regímenes autoritarios pero a diferencia de Hussein siguen siendo aliados de los EE.UU. El mismo EE.UU. que extorsiona a los pueblos con la deuda externa obligando a priorizar su pago, de ajuste en ajuste, por sobre el haber de jubilados o el trabajo que le falta a tantos millones y millones en el mundo.
No hay objetivos democráticos ni principios morales en los planes de Bush. Busca apoderarse de Irak porque allí está la segunda reserva de petróleo del mundo después de la saudita. Pero persigue mucho más que eso. Con su doctrina de las “guerras preventivas” pretende reafirmar su supremacía política, económica y militar en el mundo controlando toda la zona. Luego de Irak ya ha dicho Bush que irá por Irán y después aunque todavía no lo confiesa se prepara para apoderarse también de Arabia Saudita y su petróleo. Por eso Francia, Rusia y China se oponen en las Naciones Unidas. Sus empresas aspiran a negocios petroleros con Hussein y además no quieren regalarle el control total del mundo a los EE.UU. Por eso tampoco se puede confiar nada en esos países. No hay que descartar que en cualquier momento transen con ellos y adiós oposición a la guerra. Por último ante la crisis del capitalismo norteamericano las empresas y su gobierno alientan la esperanza de salir con la industria armamentista. El FMI ha dicho “la guerra podría tener un efecto positivo” para la economía mundial.
LA BARBARIE DEL CAPITALISMO.
¿Este es el mundo civilizado que hay que defender o el mundo que hay que cambiar?¿armas o alimentos? ¿Guerras o trabajo? ¿Cuál es la amenaza para el planeta y la humanidad sino este sistema de violencia y desigualdad que se nos impone. El terrorista al que hay que desarmar es a los EE.UU que poseen armas para hacer desaparecer varias veces al planeta Tierra y que en todo caso es el que arma a todas las dictaduras que reprimen a los pueblos. Esa es la verdadera amenaza para la humanidad. Hoy el enemigo tiene nombre y apellido para todos y se llama George Bush y el imperio norteamericano.
SEGUIR LUCHANDO.
El 15 de febrero último las calles de las principales ciudades del mundo se llenaron de manifestaciones en contra de la guerra. Festivales, marchas, recitales, poesías, firmas, cartas, escuditos, brazaletes, banderas en los balcones siguen recorriendo los cinco continentes. Bush sigue mandando soldados y anunciando masacres que planifica realizar en horas. Sigamos luchando. Repudiamos a los que como Duhalde anuncian que no participarán de la guerra pero la dejan correr. ¡Esos son apoyos pasivos a los EE.UU.! Hay que seguir la pelea por impedir la guerra y si aun así se desata por repudiarla.